¿Sabías esto de la presión arterial?
Seguro que alguna vez en una
consulta de rutina el médico te tomó la presión y te hizo algún comentario como
"tu presión es normal" o "tu presión está baja/elevada"
pero ¿sabes qué implica esto o a qué se refiere? Si no es así, te invito a que
te quedes a descubrirlo. Para empezar, la presión arterial es la fuerza que
nuestra sangre va a ejercer contra la pared arterial. Se encuentra dividida en
dos presiones: sistólica esta siempre será la más alta de las dos,
ocurre cuando late el corazón y diastólica que es la más baja y ocurre cuando
el corazón se relaja (ya que se está llenando de sangre). La unidad de la
presión arterial es “milímetro de mercurio (mm/Hg)". Sabiendo esto, se considera
que una presión arterial en un adulto debe ser de 120/80 mm/Hg. La presión
arterial puede tomarse con un baumanómetro.
Con todo lo ya explicado antes, seguramente
te estarás preguntando “Entonces ¿Por qué es tan importante mantener una
presión normal?” Como sabemos, cada vez que nuestro corazón late, manda sangre oxigenada
por todo el cuerpo, incluyendo a nuestros órganos, permitiéndoles funcionar/trabajar
de manera correcta, pero es importante que el flujo de sangre sea el adecuado
para que esto suceda ya que, de no ser así pueden comenzar a presentarse
distintos problemas de salud que, si no se tratan, podrían llegar a ser
mortales. Cuando la presión sanguínea es elevada, se le conoce como "hipertensión", mientras que cuando esta se encuentra baja, se le va a conocer como "hipotensión".
Como mencioné anteriormente, la
hipertensión se presenta cuando la presión de la sangre que pasa en los vasos
sanguíneos es muy elevada. Se empieza a considerar “elevada” a partir de 140/90
mm/Hg. El exceso de presión en la sangre puede endurecer las arterias
provocando una reducción en el flujo de la sangre y el oxígeno que llega a
nuestro corazón. Existen varios factores que aumentan el riesgo de tener hipertensión,
como lo son: tener un estilo de vida poco saludable, sexo, edad, antecedentes
familiares, raza, entre otros. En algunas ocasiones, los pacientes no presentan
síntomas, pero cuando los presentan por lo general son: dolor de cabeza, visión
borrosa o cambios en la visión, mareos, náuseas, entre otros. La hipertensión
no puede curarse, pero sí se puede tener control sí se siguen las indicaciones
del médico.
Se considera hipotensión un valor
de 90/60 mm/Hg o menos. En este caso, al no tener la presión suficiente para
llevar la sangre a todo el cuerpo, es posible que órganos como el cerebro,
corazón, entre otros no reciban la suficiente cantidad de sangre. La
hipotensión puede ser provocada por distintos factores: cambio repentino de
postura, deshidratación, fármacos, diabetes, quemaduras, calor excesivo, embarazo,
pérdida de sangre, entre otros. Dentro de los síntomas se pueden presentar:
náuseas, mareos, visión borrosa, desmayos, fatiga, etc. El tratamiento dependerá
según la razón que provoque esa disminución en la presión y lo que el médico
crea que es mejor para cada uno.
Es de gran importancia mencionar
que hay situaciones que provocan un cambio en la presión arterial como consumo excesivo de cafeína, la
actividad física, la ansiedad, entre otros. Es por eso que sí en alguna consulta llegas a
tener la presión alta o baja, deberás ir periódicamente a consultas para ver si
era alguno de estos factores, o ya se trata de algún problema de hipotensión o
hipertensión. Si ya cuentas con un baumanómetro y un estetoscopio, a
continuación, les compartiré un vídeo sobre como tomar la presión.
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